Cómo están de ausentes las cosas queridas es el resultado de la residencia de investigación artística de Working Hard en Vernacular. A partir de investigar sobre los deteriorados "cafés de chinos", antiguos restaurantes fundados por inmigrantes chinos que llegaron a vivir en México a principios del siglo pasado, el dúo de artistas taiwaneses radicados en Berlin, navega por el ámbito de las relaciones que existen entre esos comedores interculturales y la historia de una comunidad inmigrante.
En 1932, en la mayoría de los cafés de chinos podías comprar un café y una pieza de pan por menos de veinte centavos. Los cafés, que en aquella época eran operados por chinos y sus descendientes, estaban abiertos las veinticuatro horas del día y solían ofrecer comida económica para alimentar a la clase obrera y a los estudiantes de la Ciudad de México. Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, este tipo de comedores alcanzaron su esplendor gracias a su reconocible cocina mexicana elaborada con toques de influencia china.
“Uno vuelve siempre
a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende
como están de ausentes las cosas queridas.”
El título de la exposición que toma su nombre de la letra de la canción Las simples cosas, compuesta por César Isella y Armando Tejada e interpretada por Chavela Vargas, habla de la experiencia compartida de cómo los espacios donde una vez existió la felicidad, inevitablemente cambian y con el paso del tiempo se llenan de ausencias, dejando solo un reflejo en el cristal de los recuerdos. Tomando prestadas estas poéticas líneas, esta referencia se vuelve testimonio de los cafés de chinos (hoy en decadencia) y el dilema de la hibridación cultural.
La instalación de sitio específico que compone la exposición consiste en una escenificación de los “cafés de chino”. La estética típica de estos comedores, se vuelve el foco donde el espacio fragmentado refleja cómo se han transformado las memorias colectivas, al mostrar una escena en la que las personas están ausentes. En este contexto, la exhibición se convierte en un recorrido que revela tanto la observación como la comprensión y vigencia de los pocos cafés de este tipo que siguen existiendo.
Observar personas, sus historias y la relación con las circunstancias sociales en las que vivieron, es una parte fundamental de la narrativa de los proyectos de Working Hard. Esto puede deberse al origen taiwanés del dúo de artistas, territorio donde la gente tiene identidades nacionales complejas, lo que ha impulsado su curiosidad por el fenómeno migratorio y la búsqueda de las historias que comienzan a desaparecer bajo la modernización.
A través de trabajo de campo, entrevistas e investigación de archivo alrededor de los cafés de chinos en México, Working Hard intenta develar los paisajes sociales en riesgo de ser olvidados, más allá de narrativa hegemónica de la historia de México, al conjurar los recuerdos del relato de una inmigración poco conocida y culturalmente hibridada.