18 SEP 26 OCT, 2024


ROKSANA PIROUZMAND



CURADURÍA DE FABIOLA TALAVERA & JO YING PENG


PRESENTADO EN COLABORACIÓN CON

MURMURS GALLERY

Oscilando entre la escultura, la instalación y la performance, A Flame, A Rock, Between Two Mountains incorpora elementos que se desenvuelven a través del tiempo, con mecanismos con movimientos en bucle que crean composiciones rítmicas y formas que lentamente se erosionan al interactuar con materiales naturales.


Roksana Pirouzmand (n. 1990, Yazd, Iran) es una artista radicada en Los Angeles cuya práctica está arraigada en el contacto directo de materiales con el cuerpo humano y sus gestos, como un medio para reflexionar sobre historias familiares, desplazamientos físicos y psicológicos, y procesos de duelo y cuidado. 

Roksana Pirouzmand hace esculturas, instalaciones y performances que están informadas por experiencias personales y una exploración de estar en contacto con las cualidades físicas de estos medios. Las formas terminadas nunca son estáticas. Produciendo moldes de su propio cuerpo, y de sus seres queridos, ella traduce las formas a materiales como la arcilla quemada y cera pigmentada. Estas extremidades cercenadas se erosionan por un periodo de tiempo prolongado, esto es, al llenar de agua una cabeza de cerámica que lentamente llora sus contenidos, piernas y rocas que se arrastran por un cuarto con movimientos inquietantes que de manera gradual pulverizan los minerales endurecidos, o encendiendo el pabilo al centro de una palma lista para consumirse a sí misma. La mano abierta no es solamente una posición omnipresente vista en interacciones cotidianas, sino que también es la posición de muchas figuras de adoración. Aunque el cuerpo no esté siempre presente en otras obras, como en la estructura de velas en forma de abanico y el vestido colgado de una multitud de hilos, los movimientos rítmicos en bucle recuerdan las acciones de un ritual repetitivo, y los tirones de lado a lado entre dos paredes evocan los desplazamientos físicos y psicológicos derivados del estar en medio de culturas contrastantes. Ahora habitando este espacio, que también es una residencia privada, cada obra crea una atmósfera particular con mecanismos que negocian fuerzas cinéticas en oposición, pronuncian sonidos de otro mundo, y comprometen los movimientos de aquellos alrededor de ellas. 


Palabras por Fabiola Talavera

CURADORA


Fabiola Talavera (n. 1995, Monterrey, México) es una curadora, escritora, archivista y productora cultural independiente radicada en la Ciudad de México. Actualmente organiza Montez Press Radio en México y es escritora regular de Elephant Magazine.

CURADORA


Jo Ying Peng (n. 1982, Taipei, Taiwán) es una curadora independiente, que actualmente vive y trabaja en Ciudad de México. Su práctica oscila entre los límites de la curaduría, la edición y el cine, para ampliar las posibilidades narrativas más allá de las estructuras lineales.

una propuesta.


“No podía recordar ningún otro además de ‘debajo de la piel de la casa,’” Roksana respondió cuando le pregunté el título de trabajo de su propuesta más temprana para la exposición, la cual todavía puede estar esperando llegar a ser. Pero no es un tiempo pasado simple—siempre ausente, a la vez nunca realmente transcurrido.


La idea de esa propuesta inacabada se centra en la hospitalidad, inspirada por su primera visita a Vernacular. Roksana propuso crear un espacio arriba-abajo, envuelto con muebles y vestimentas recolectadas, animadas por manos y motores como en un espectáculo de marionetas para construir una teatral “casa” imaginada dentro de mi casa.


“Aún recuerdo la temperatura del sofá y la ventana de tu estudio,” le dije, después de visitarla en LA. Durante nuestra junta de dos horas, me senté en ese sofá—usado en la pieza Tapping, Rocking, Remembering—encarando la ventana de la pieza Between Two Windows. Las ventanas hechas para la exposición: una a partir de su casa en LA, la otra asemejando el hogar de su abuela en Irán. Muebles con jet lag, sirve el escenario. Silencioso y anónimamente.


un guión.


La mise-en-scène toma forma por la idea de la “casa,” narrada a través de la pregunta: ¿Qué son las “cosas que pueden pasar en un cuarto”?


Miembros dispersados, miembros en movimiento.

Con las medidas de orejas, bocas, y dedos.

Con gestos de cuidado.

Con acciones intermitentes, calculados para la coreografía de fricción.

Encontrando gravedad, recobrando gravedad, desprendiéndose de la gravedad.


‘Tu cuerpo despierta en su silencioso traqueteo

Cuerdas y cuerdas

Cuán rápido el animal vacía

Estamos solos de nuevo con meses gastados’ (Time Is a Mother, Ocean Vuong)


Las intenciones tejen un sutil hilo entre el receptor y activador, un diálogo sin palabras suspendido en el aire. Mientras navego los cuartos durante la instalación, la escenificación de la “casa” en curso de Roksana se desenvuelve—un paisaje fuera de la tierra, inscrito en la memoria. Me muevo de un espacio al siguiente, sin costuras y aún a la deriva, como inmersa en las páginas desplegadas de un Roman-Fleuve—una crónica familiar, silenciosamente confrontando los rastros de violencia arraigados en su historia.


una carta.


La memoria como un espacio restaurativo. Existen entre la madre patria y en terrenos desconocidos.


“Quién puede sostener el fuego en la mano (de ella) al pensar en las montañas heladas” (Shakespeare)


Las figuras de las esculturas tridimensionales no se vuelven vívidas, en su lugar se vuelven cada vez más borrosas. Al final, lo que queda más claro es aquella ausencia—siempre presente, pero nunca desaparecida. Una memoria reverberante.


Pero no es un tiempo pasado simple.


Palabras por Jo Ying Peng