Resumiéndola brevemente, esta narrativa en particular ilustra la concurrencia de personas que experimentaron una mutación radical accionada por fluctuaciones emocionales maníacas. Su repentina felicidad se torna en tristeza y comienza a manipular sus cuerpos físicos. Se resquebrajan, y con sus fronteras emocionales desarmadas, se fusionan físicamente entre sí. Los objetos inanimados circundantes se integran al frenesí, jalados hacia la transformación; la arquitectura comienza a pulsar y a torcerse, y los objetos de cerámica se duplican como células virales.
El título de este trabajo es la primera línea de un poema de 1688 de Emily Dickinson que Szaflarski encontró, curiosamente, citada sin justificación en dos ocasiones distintas. La primera por la microbióloga Lynn Margulis en su libro sobre evolución simbiótica y la segunda en un libro de texto sobre geomorfología. Al preguntarnos por qué fue citada sin aparente explicación, podríamos asumir que el poema hace referencia a un aspecto sobre mutación y morfología que la ciencia (aún) no puede formular.
The Hills erect their Purple Heads es curada por Eva Posas.
