Ben Woodeson está interesado en las diversas formas en la que los individuos y los grupos eligen comportarse cuando se enfrentan a artefactos problemáticos en un entorno supuestamente seguro. Al emplear con frecuencia en sus obras, materiales de bordes afilados, como láminas de vidrio y acero, la relación de sus piezas con el espectador es simbiótica: los objetos pueden dañarse fácilmente al dar un paso en falso y, sin embargo, el espectador es igualmente vulnerable a lastimarse con los bordes afilados y con las obras equilibradas con su propio peso.
Intrínsecamente, las piezas de Moments of Almost contienen elementos de un humor sutil, ligeramente maligno y, sin embargo, no son trampas que están hechas para hacer daño. Por el contrario, la obra de Woodeson plantea preguntas y reflexiones sobre las posibles consecuencias de la ruptura del propio equilibrio de las obras de arte. Las obras ocupan un espacio simultáneo entre el antes y el después; una existencia cargada de energía potencial y posibilidades consecuentes.
